De partida, el alcoholismo es ya de por sí una contraindicación absoluta de esta técnica de adelgazamiento. No obstante, la ingesta de alcohol, aunque sea ocasional y moderada, podría ocasionar complicaciones derivadas de un aumento de la acidez del estómago que, además de causar una esofagitis e incluso una úlcera, podría debilitar la pared del balón gástrico y originar alguna fisura, lo que implicaría su extracción. La recomendación es, por tanto, que se elimine totalmente la ingesta de alcohol.